Impacto Ambiental de la Inteligencia Artificial en México: Desafíos y Oportunidades
07/12/2025
En el corazón de Querétaro, una de las regiones más industrializadas de México, se erige un complejo de centros de datos que alberga servidores dedicados a procesar las complejas operaciones de la inteligencia artificial (IA). Estos centros, esenciales para el funcionamiento de la IA, requieren enormes cantidades de energía y agua para mantener sus operaciones y sistemas de refrigeración.
El consumo de recursos naturales por parte de la IA es una preocupación creciente. A nivel global, se estima que la demanda de agua para entrenar modelos de IA podría alcanzar entre 4,200 y 6,600 millones de metros cúbicos en 2027. En México, donde varias regiones enfrentan escasez hídrica, este consumo intensivo representa un desafío significativo. Por ejemplo, en Querétaro, la instalación de centros de datos por parte de empresas como Amazon y Microsoft ha incrementado la presión sobre los recursos hídricos locales, exacerbando problemas de sequía en la región.
Además del agua, la energía es otro recurso crítico. Los centros de datos que soportan la IA consumen grandes cantidades de electricidad, contribuyendo a la huella de carbono del país. La generación de energía en México depende en gran medida de fuentes fósiles, lo que agrava el impacto ambiental asociado con la IA.
Ante estos desafíos, diversas iniciativas buscan mitigar el impacto ambiental de la IA. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) promueve la sostenibilidad en el sector tecnológico, incentivando el uso de energías renovables y prácticas más eficientes en el consumo de recursos. Empresas como Microsoft han anunciado inversiones en centros de datos que utilizan energía renovable, contribuyendo a reducir la huella de carbono.
Asimismo, la adopción de modelos de IA más eficientes y de menor tamaño puede reducir significativamente el consumo de recursos. La UNESCO ha destacado la importancia de desarrollar modelos de IA generativa más pequeños y sostenibles, capaces de operar con menor demanda energética y de agua.
En conclusión, la inteligencia artificial ofrece oportunidades significativas para el desarrollo económico y social de México. Sin embargo, es esencial abordar de manera integral su impacto ambiental, implementando políticas y prácticas que promuevan una adopción sostenible de esta tecnología. Solo a través de un enfoque equilibrado se podrá maximizar los beneficios de la IA, minimizando sus efectos adversos en el medio ambiente y en las comunidades locales.
